Los muchos fuegos de la moxibustión
La moxibustión es un tipo de tratamiento que integramos dentro de la práctica de la acupuntura que consiste en el uso de las hojas procesadas de una planta llamada artemisia vulgaris a través de la combustión de las mismas. Es una práctica muy arraigada en muchos países de Asia que incluye a China, Corea, Vietnam, Tíbet, Nepal, Mongolia y Japón.
“Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”. Eduardo Galeano
Un grupo de plantas de artemisa en la sierra de Collserola, Barcelona. La planta tiene un fuerte aroma y es popularmente conocida como la hierba de San Juan.
¿Qué es la moxibustión?
La moxibustión es un tipo de tratamiento que integramos dentro de la práctica de la acupuntura que consiste en el uso de las hojas procesadas de una planta llamada artemisia vulgaris a través de la combustión de las mismas. Es una práctica muy arraigada en muchos países de Asia que incluye a China, Corea, Vietnam, Tíbet, Nepal, Mongolia y Japón. Su uso está tan extendido dentro de la práctica de la medicina tradicional del este de Asia que suele considerarse sinónimo de la misma. Al entrar en un lugar que huele a artemisa, sabremos que estamos en un sitio donde se practica algún tipo de medicina tradicional. El célebre poeta japonés Matsuo Basho la nombra en un haiku [1]:
Lluvia de primavera,
la artemisa crece
a lo largo de un camino con malezas
春雨や蓬をのばす草の道
harusame ya yomogi o nobasu kusa no michi
Moxa sobre rodajas de jengibre en los puntos de acupuntura Ren 4 , 12, y Estómago 25.
¿Para qué sirve la moxibustión?
Es una terapia que se usa para tratar un amplio rango de dolencias que van desde los problemas musculoesqueléticos, los desórdenes menstruales, cambiar la posición de un feto que se presenta de nalgas, los problemas de fertilidad y hasta tratar casos de tuberculosis en África [2] allí donde los antibióticos dejan de funcionar. En los conceptos tradicionales se usa para”tonificar”, “contrarrestar la humedad” y puede ser usada asiduamente durante el invierno. Aunque estas ideas no son equiparables a un lenguaje médico moderno, su uso está emparentado con lo que hoy podríamos llamar una terapia de calor o termoterapia. Una visión reduccionista que no hace justicia con la variedad, riqueza y sutileza de esta particular práctica terapéutica cuyo origen milenario nos retrotrae al dominio del fuego por el hombre, aunque la antigüedad real del uso de la misma no se pueda determinar de manera exacta y es un tema de investigación entre los académicos e historiadores de la medicina del este de Asia. En las excavaciones arqueológicas de las tumbas de mawangdui ya aparecen textos sobre moxibustión, lo cual nos habla de que uso estuvo presente en las primeras dinastías chinas y como una terapia prominente.
En relación a su aceptación como terapia por el corpus médico actual tal como sucede con otras prácticas tradicionales de oriente, como su prima la acupuntura, a medida que la investigación científica crece, se comienza a comprender un poco mejor el funcionamiento y las acciones sobre el organismo de estas intervenciones terapéuticas. Aun así las investigaciones siguen siendo modestas en cantidad y calidad y es de esperar que, a medida que el uso de las mismas se expanda alrededor del mundo a raíz del auge que está experimentando en las últimas décadas la medicina tradicional china, haya más y mejores estudios que arrojen luz sobre los mecanismos biológicos del funcionamiento de la misma.
Un puro de moxa de estilo chino sin usar y un apagador.
Formas de uso de la moxibustión:
Un uso bastante difundido pero no el único, es el de los puros y conos adhesivos de artemisa que se utilizan tanto dentro de una consulta de acupuntura y también como tratamiento doméstico. Así y todo hay muchas formas menos conocidas de moxibustión como es el caso del okyu, micro moxa de grano de arroz; o la utilización de la moxa usando algún material intermediario como puede ser el jengibre, el ajo, el acónito o la sal, o la moxa en el mango de la aguja o kyutoshin. Todas estas técnicas suelen dividirse en directas e indirectas.
Moxa sobre el cono de la aguja, una forma de moxibusitión indirecta.
Moxibustión indirecta:
Esta es la forma más común con la que puedes ser tratado en una sesión de acupuntura. Aquí podrás sentir el suave calor de los puros de artemisa sobre diferentes partes del cuerpo, o sentir el calor que se asemeja a cuando caminamos descalzos sobre la arena cuando usamos la moxa sobre el mango de la aguja de acupuntura, o bien la sensación de calor húmedo de las rodajas de jengibre sobre el abdomen o la espalda. El Ontake o bambú caliente es otra forma de moxa indirecta que utiliza la moxa comprimida dentro de un pequeño cilindro de bambú y es una herramienta versátil que permite usarse de muchas maneras.
Okyu una forma de moxibustión directa.
Moxibustión directa:
Los usos directos de esta terapia originalmente eran bastante rudimentarios y consistían en la quema directa de la moxa sobre los puntos de acupuntura o bien en puntos de tensión muscular en las formas más empíricas de moxibustión que no utilizan un modelo conceptual que se basa en las ideas de la medicina tradicional china. Con el paso de los siglos las técnicas han ido cambiando ya que hoy en día es inaceptable hacer un procedimiento que directamente dejaba cicatrices en el cuerpo. Aun así en los textos tradicionales chinos se alababa estas cicatrices supurativas producto de la cauterización directa sobre la piel como algo positivo llamándoles “flores”. El folclore de la cultura china es muy rico en historias de los poderes mágicos que adquieren algunos individuos a través del uso continuado de la moxibustión. [3]
Con el tiempo estos tratamientos se fueron refinando especialmente en Japón hasta llegar a su expresión mínima que es la “moxa de grano de arroz”, una técnica que lleva cierto tiempo de aprendizaje ya que los conos de mogusa [4] son muy pequeños y difíciles de manipular de buenas a primeras por parte del terapeuta. La sensación de este tipo de tratamiento es parecida a como cuando nos pica un mosquito y las molestias que genera son mínimas, aunque parte de la efectividad del tratamiento está ligada a la consecución de una micro quemadura que produzca una activación del sistema inmune. [5]
Contraidicaciones
Las personas con problemas respiratorios como asma o alergias son un grupo que pueden tener reacciones adversas al humo de la moxa, en esos casos es posible usar un tipo de moxa derivada del carbón de la artemisa que no genera humo o bien usar las lámparas de tpd cuyo efecto si bien no es igual al de la moxibustión, imita de algún modo sus propiedades y beneficios. También en la literatura y libros de estudio que difunden las principales escuelas de acupuntura y medicina china en el mundo sobre la moxibustión, se advierte de no tratar a personas con presión arterial alta, embarazadas y sobre áreas inflamadas. Estas consideraciones deben examinarse de manera individual y caso por caso ya que éstas, generalmente parten de las formas más intensas de la moxibustión y no las más minimalistas como el okyu, que por ejemplo puede ser usado para tratar inflamaciones locales como en un esguince de tobillo por fuera del área afectada con mucha eficacia.
Mis experiencias personales con la moxibustión
Una forma de comprender los efectos a largo plazo de la moxibustión es practicarla en uno mismo. Es común que un acupuntor o terapeuta de moxibustión aplique a sus pacientes abundantes cantidades de moxa durante un tratamiento, pero muchas veces más allá del período de entrenamiento formal que recibe un practicante en una escuela de acupuntura, luego la práctica en uno mismo cae en desuso.
Como parte del proceso de investigación y refinamiento del arte de la moxibustión he ido tratándome con moxa durante un período de varios años siguiendo algunos métodos tradicionales como la moxa de ocho días después de la luna llena. Este es un tratamiento orientado a la longevidad que consiste en quemar moxa de modo directo, (en este caso usando okyu) sobre un punto de acupuntura muy conocido llamado Estómago 36 (zu san li).
La recompensa de este experimento es en primer lugar la destreza que adquirimos en el manejo de las diferentes formas de moxa y también una mejor comprensión sobre cómo manipular los diferentes tipo de moxa sea esta directa o indirecta y cómo se sienten estas técnicas en uno mismo antes de aplicarlas a un paciente. Esto me ha dado una información valiosa de cómo y qué tipo de tratamiento de moxibustión podemos usar en cada situación clínica y juzgar mejor la dosis de tratamiento.
Los puros de artemisa son una buena opción para el tratamiento doméstico.
La moxa y el tratamiento doméstico
En estos últimos años de práctica de la acupuntura he tratado de influir en mis pacientes a que prueben la moxibustión con puros de artemisa que son relativamente fáciles de conseguir y usar, a diferencia de las formas más refinadas de las hojas de la artemisa cuyo uso requiere cierta destreza para utilizarlas en uno mismo. El uso sobre algunos puntos de acupuntura o zonas del cuerpo que pueden ser fácilmente aprendidos por un paciente, sobre todo en el tratamiento de problemas crónicos como dolores músculoesqueléticos ayuda a aliviar los síntomas de diferentes problemas de salud y pueden convertirse en un momento meditativo para dedicarse a uno mismo. Este aspecto es importante remarcar porque no en vano es un tipo de tratamiento que ha sido practicado por los monjes budistas en Japón y hay varios rituales de esta tradición que implican su uso. [6]
Aunque en nuestros países occidentales es a veces difícil influir en que un paciente realice este tipo de prácticas, en Japón y China el auto-tratamiento gozaba de popularidad, y que aparentemente ahora se circunscribe a la gente mayor que aún vivieron una parte del siglo XX antes de la revolución de los antibióticos y otra formas de biomedicina que cambiaron drásticamente el panorama de la salud mundial. Antes de ese momento el uso de la moxibustión como tratamiento era más popular y tuvo grandes exponentes y terapeutas que sólo se dedicaban a esta terapia como Isaburo Fukaya en Japón entre muchos otros.
La moxibustión en el mundo moderno
A la vista de alguien no informado la práctica de la moxibustión podría parecerle una práctica del pasado que ya deberíamos haber dejado de usar al disponer de una medicina con la capacidad de resolver muchos problemas de salud que antes no tenían solución, al menos en el entorno de los países industrializados. Pero el resurgimiento que están teniendo las medicinas tradicionales como la moxibustión quizás se deba a necesidades más profundas e insatisfechas por parte de los actuales sistemas de salud cuya complejidad muchas veces no pueden “escuchar” ni dar solución al aspecto más subjetivo de muchas de las dolencias que nos aquejan en un mundo desencantado e hipertecnológico. Esta subjetividad está compuesta por la totalidad de lo que somos en el aspecto físico, mental y emocional. Las implicaciones filosóficas y epistemológicas que intentan dar una explicación de cómo se conforma esta subjetividad exceden el alcance de este artículo. [7]
Con toda la innegable eficacia que tiene la medicina moderna, esta se basa mayoritariamente en un modelo cuantitativo y es ahí donde estas prácticas cualitativas e individualizables que parten de un modelo holístico de concebir la salud se están abriendo camino en muchas partes del mundo dentro del campo de la llamada “medicina integrativa” o complementaria. Así lo explica el notable historiador de la medicina china Paul U. Unschuld: “En la sociedad cada vez más heterogénea, étnica, ideológica y culturalmente del futuro, no se puede esperar que, en un tema tan delicado como la reacción a las enfermedades, todos los hombres concedan su confianza al mismo paradigma”. [8]
Aunque quizás con menos intensidad que en los siglos pasados, el fuego curativo de la moxa, aún sigue ardiendo alrededor del mundo entero para beneficio de quienes por necesidad, como en el caso de África, o como opción terapéutica para los que pueden elegir en otras partes, se animan a experimentarlo.
Bibliografía y lecturas recomendadas
“The moon over Matsushima”, Merlin Young, Godiva Books.
“La sabiduría de curación china” Paul U. Unschuld, la liebre de marzo.
“The science delusion”, Rupert Sheldrake, Hodder And Stoughton Ltd.
“El calor que cura”, okyu moxibustión japonesa”, Felip Caudet Piñana, natural ediciones.
NOTAS:
Con este haiku de Basho comienza el maravilloso libro sobre la moxibustión de Merlin Young, “The moon over Matsushima’ (Traducción de Ciro Berenguer)
Este proyecto promueve el uso de la moxibustión como inmunoterapia en casos de tuberculosis resistentes a los antibióticos en África. https://www.moxafrica.org/
Ver Merlin Young, “The moon over Matsushima” parte 3 “la rama”.
Así es como se llama a la artemisa refinada en Japón.
Una introducción accesible a la práctica del okyu es el libro de Felip Caudet, “Okyu el calor que cura”
Ver Felip Caudet “Okyu el calor que cura” páginas 29 y 30.
Para quienes se interesan por este tema recomiendo la lectura de “The science delusion” de Rupert Sheldrake que ahonda en el tema de la filosofía de la ciencia y sus implicaciones en la concepción del sistema médico actual. El capítulo 9 está dedicado por entero a la cuestión sobre si la “medicina mecánica” es la única que funciona.
Paul U. Unschuld, La sabiduría de curación china, página 155.
YOGA - DAO YIN - SONIDOS CURATIVOS
“Una sesión de teoría y práctica, para explorar dos tradiciones terapéuticas donde el trabajo meditativo con el cuerpo y el sonido confluyen de manera armónica ” Impartido por Isaac Juliá y Ciro Berenguer.
¿Dónde?: sala trigon, carrer d'en Grassot, 87, 08025 Barcelona.
¿Cuándo?: sábado 4 de mayo de 2019 de 10 a 12hs.
Precio: 25 € [20 € con reserva previa antes del 29 / 04 / 2019] Descuento especial a socios de Sala Trigon.
Estructura de la sesión:
Imagen de un libro de mediados del siglo XX de Swami Shivananda en hindi donde se muestran algunos de los ejercicios de la serie, como la flexión y extensión del codo y la rotación de los hombros.
1. Comenzaremos con una práctica de yoga terapéutico realizando la serie de “ liberación de articulaciones” o pavanamuktasana, ejercicios influidos por el análisis del movimiento y la biomedicina que se desarrollaron a partir del siglo XX en India por pioneros como Shivananda y Swami Kuvalayananda entre otros y haremos una breve reseña del desarrollo de estos ejercicios de movilización articular en la historia del yoga postural moderno. Una serie fácil de aprender y que ayuda a mantener la salud del sistema músculo-esquelético-fascial y une la práctica de yoga con el conocimiento sobre el movimiento humano.
Tao Hongjing, autor de un tratado donde se mencionan por primera vez los sonidos curativos.
2. Enlazaremos con la práctica de dao yin, Isaac presentará los “sonidos curativos” (Liu Zi Jue), ejercicios que combinan el aliento y el movimiento para generar la homeostasis y limpieza de los órganos internos, mientras yo me encargaré de ambientar la práctica con sonidos improvisados a partir de lo que sucede en el momento y para facilitar el trabajo de reconexión con el cuerpo a través del sonido. También aprenderemos un poco del contexto histórico de la práctica y la posible influencia del budismo en el desarrollo de estas ideas.
En este enlace podéis acceder a una descripción muy breve de los sonidos, y donde se puede escucharlos casi como una “modulación del aliento” más que una vocalización.
Los cuencos terapéuticos, una excelente fuente sonora para la relajación profunda.
3. El final de la sesión será con una relajación profunda practicando ejercicios de yoga nidra, más un baño sonoro con las vibraciones de los cuencos tibetanos y otros instrumentos acústicos. Para quienes vienen de la práctica del dao yin tradicional será una manera de experimentar un final distinto al acostumbrado, aunque más habitual para quienes practican yoga.
Objetivos de la sesión:
Profundizar en la conexión entre el sonido como facilitador al “trabajo interno “que proponen tanto el yoga y el dao yin como forma de mejorar la salud. Usar el potencial curativo y liberador del sonido, aprender un poco el sobre contexto histórico de estas tradiciones curativas que se originaron en Asia y cómo estas pueden ayudarnos a potenciar nuestras práctica de yoga o dao yin individual o conjuntamente. Para quienes solamente practican yoga será una buena oportunidad de aprender ejercicios que implican un tipo de coordinación motriz diferente a la que estamos acostumbrados en yoga.
El precedente:
Llevo varios años organizado sesiones de “yoga y sonidos curativos” buscando conectar de forma heterodoxa y experimental algunas de las ideas de la medicina tradicional del este de Asia y su posible integración con la práctica del yoga postural moderno. En estos años de trabajo e investigación, han surgido muchas ideas que hemos ido desarrollando mediante la observación de cómo las diferentes frecuencias sonoras afectan a la práctica de yoga de una manera positiva, sea a través del sonido que escuchamos generado por instrumentos, o nuestra propia voz.
Esto ha sido el antecedente para diseñar este pequeño monográfico con un trabajo aún más específico, enlazando directamente con otra tradición de ejercicios físicos que provienen de la tradición china y que también utilizan el sonido integrado al movimiento y como veremos en la sesión, fueron posiblemente influidos por el budismo, uno de los vehículos por el que algunas ideas que se originaron en India, se convirtieron en un fenómeno pan-asiático.
Isaac Julià es profesor y practicante de Aikido, Tai Chi /Dao Yin y acupuntor en la tradición japonesa. Ciro Berenguer es profesor de yoga, músico y acupuntor. Ambos compartimos la búsqueda de experimentar sobre el movimiento, la salud y las conexiones entre la medicina china y las artes corporales de manera no dogmática.
Lecturas recomendadas:
Yoga terapéutico 3, Mukunda Stiles, Robin Books. ISBN: 9788479275860.
Asana Pranayama Mudra Bandha, Swami Satyananda Saraswati. Yoga Publications Trust ISBN-10: 9788186336144.
The Luo Collaterals: A Handbook for Clinical Practice and Treating Emotions and the Shen and the Six Healing Sounds, David Twicken, ISBN-13: 978-1848192300.
estúdios sobre yoga y medicina ayurvédica
http://www.ayuryog.org/index.php Esta web de la Universidad de Viena reúne material de calidad sobre la conexión entre ayurveda, alquimia y el yoga a lo largo de los siglos.
estudios sobre el yoga postural desde el medioevo a la actualidad:
http://hyp.soas.ac.uk/ Aquí puedes leer (en Inglés) los últimos estudios sobre los orígenes del yoga como práctica física desde la antigüedad hasta nuestros días.
La piel de la mandarina
Las humildes cáscaras de la mandarina que generalmente desechamos después de tomarlas, son un ingrediente clásico en muchas de las fórmulas de la medicina tradicional china, y especialmente apreciadas las que son añejadas durante varios años.
Las humildes cáscaras de la mandarina (citrus × tangerina) que generalmente desechamos después de tomarlas, son un ingrediente clásico de muchas de las fórmulas de la medicina tradicional china, y especialmente apreciadas las que son añejadas durante varios años.
Cáscaras de mandarina secándose al sol
Aunque su uso suele ser en combinaciones de otros productos de origen vegetal y animal que no son fáciles de conseguir en Europa, si las vamos juntando y dejándolas secar al sol, las podemos usar en la cocina o bien en infusiones.
Es importante que sepamos el origen de las mismas, y que preferentemente usemos la piel de mandarinas que no hayan sido fumigadas con pesticidas, que podemos conseguir de un mercado local o bien en una tienda de productos biológicos. Una vez secas, las podemos guardar para su uso cuando las necesitemos, por ejemplo durante los meses de invierno para hacer infusiones. En mi caso, durante la temporada de mandarinas que abarca desde el otoño a parte del invierno en Europa, ya se ha vuelto un pequeño ritual dejar secar las cáscaras para ir usándolas durante el resto del año. Es importante que las cáscaras queden crujientes, duras y secas, este proceso puede llevar desde cinco días a una semana dependiendo de la humedad y el tipo de clima donde nos encontremos. En el mediterraneo donde generalmente tenemos abundantes días soleados incluso en invierno, el proceso suele ser bastante rápido. Antes de dejarlas a secar al sol si queremos quitarle parte su amargor característico, podemos remover cuidadosamente con un cuchillo el albedo o mesodermo interno que suele ser amargo en todos los cítricos, este procedimento también se llevará consigo algunos de los aceites esenciales pero hará su sabor un poco menos fuerte. Esto quizás sea lo mejor para quienes las usan para cocinar o para hacer mermelada. Los que gustáis del sabor amargo que de por sí se considera enfriador podéis secarlas con más paciencia dejando este tejido tal como viene adherido a la cáscara.
Al igual que en otros cítricos la piel es una rica fuente de diferentes compuestos químicos con propiedades medicinales como la famosa hesperidina. Con la piel es tradicional también elaborar licores medicinales.
Cáscaras ya secas listas para almacenar
Meridianos que beneficia: Pulmón, Bazo y Estómago.
Usos: tonificar el qi, eliminar la humedad anormal, como la mucosidad que se genera durante un resfriado. Tonificar el Bazo, mejorar la digestión. etc.
Precauciones: en el contexto de la medicina tradicional china se le suele otorgar una energía cálida al (chén pí 陈皮), lo cual significa que no debemos usarlo cuando tenemos signos de calor anormal, como por ejemplo el rostro enrojecido o la lengua roja. Aunque esto puede ser verdadero en muchos casos, lo mejor es experimentar con uno mismo la cantidad y el efecto que nos produce su uso, por ejemplo en infusiones.
A disfrutar de la infusión
Más allá del aspecto curativo que indudablemente poseen, personalmente disfruto de agregarlas a las infusiones, especialmente combinado con jengibre o Sheng Jiang, que también tiene afinidad con los meridianos y con el tipo de energía cálida que tiene la piel de la mandarina, y también por su sabor ligeramente ácido y el aroma delicado que emanan cuando las dejo secar en la estufa durante el invierno. Creo que aquellas cosas que nos gustan, más allá de sus propiedades terapéuticas reconocidas, si generan algo positivo en nosotros mismos al consumirlas, ya nos están ayudando a sentirnos mejor y a sanar.
INFUSIÓN DE JENGIBRE Y CÁSCARAS DE MANDARINA
Una receta sencilla para elaborar con las cáscaras de la mandarina es en infusión: se ralla jengibre junto a las cáscaras y se deja hervir a fuego lento unos 10 minutos. Una variación de esta deliciosa infusión en agregarle un poco de canela en rama cinnamomum verum que también posee un tropismo hacia el pulmón en las ideas tradicionales y posee una energía cálida. Aunque es importante destacar que la canela que se usa en las fórmulas herbolarias chinas guizhi no es la canela en rama sino otro árbol de la familia, pero debido a que no es fácil conseguirla podemos usar la canela normal con un efecto parecido al de el guizhi. En resumen, de la combinación de estas tres substancias obtendremos una infusión de sabor agradable y que nos ayudará a pasar el invierno mejor, y si nos hemos resfriado, ¡alejarlo un poco más rápido!
aceite esencial de Mandarina:
Otra forma con la que he experimentado en los últimos años, es vaporizando el aceite esencial diluido en agua con la ayuda de un humidificador y suelo usarlo cuando trato a mis pacientes de acupuntura, especialmente cuando por ejemplo trato a alguien con algún desequilibrio en los meridianos a los que hago referencia antes o simplemente cuando necesito un aroma cítrico y fresco en el ambiente. Este aceite parece tener una energía más diurna y activadora, por ende no suelo usarlo mucho después de la caída del sol. Como sucede con las mandarinas, a la hora de utilizar un aceite esencial es mejor que sea de buena calidad y el precio suele ser un indicador muchas veces de la misma, por ende es mejor evitar los aceites baratos que ahora se venden incluso en los supermercados y están generalmente mezclados con otras sustancias y solo tienen una pequeña proporción de aceite esencial.
nutrición y medicina china
Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina." Hipócrates
Si tuviera que recomendar un libro que sintetiza la aplicación práctica de los principios de la medicina tradicional china a la nutrición consciente, sin duda recomendaría este bello libro, “Sanando con alimentos integrales” de Paul Pitchford, que aparte de ser el extenso trabajo de una vida, también es una excelente fuente de consulta para comprender mejor las conexiones entre la nutrición científica moderna y una tradición holística como la medicina tradicional china antes de la revolución cultural de mediados del siglo XX.
Si estás comenzando una transición dietética hacia el vegetarianismo o el veganismo, ¡este es un libro de lectura obligada! O si por ejemplo te interesas por los alimentos integrales o las algas, aquí aprenderás cuándo consumirlas, o cuándo no. Por otro lado, siendo el autor un vegano estricto durante muchas décadas, sus ideas son respetuosas con quien no sostiene el veganismo como dieta y filosofía de vida, a la par que critica la actitud de muchas personas en el supuesto “camino espiritual” que llevan una dieta refinada y carente de nutrientes verdaderos.
Hay que destacar que más allá de su posición favorable al veganismo, no hace demasiados juicios morales sobre quienes no siguen sus pautas de vida y reconoce que los productos de origen animal son necesarios en determinadas condiciones de “deficiencia”, como sensación de frío o debilidad generalizada, condiciones de salud que paradójicamente en la práctica clínica de la acupuntura parecen afectar más a los pacientes practicantes del veganismo que a los que no lo son.
En mi experiencia personal este libro me ayudó hace ya más de una década a realizar cambios personales importantes en mi dieta, y después de haber experimentado en mí mismo esos cambios positivos, puedo decir que las ideas que guiaron a los antiguos practicantes de la medicina oriental, contenían un amplio conocimiento del ser humano, que a la vez es muy práctico.
Hoy en día estas ideas pueden parecer extrañas a determinado público condicionado por el cientificismo que rodea a los artículos que se publican en revistas y periódicos en torno a la nutrición, ya que asumir que un alimento es algo más que carbohidratos o proteínas a veces parece difícil viéndolo desde una perspectiva reduccionista. No es que no lo sean, pero quienes tengan la curiosidad de investigar sobre la superficie, verán que también hay otros matices sutiles que existen en los alimentos, elecciones que hacemos de manera natural, al elegir frutas y zumos en verano y sopas en invierno por dar un ejemplo muy simplificado.
En resumen, un libro fascinante que merece la pena tomarse el trabajo de leerlo de manera pausada y volver a consultarlo cuando sea necesario. Para quienes estén familiarizados con los conceptos básicos de la medicina china o el ayurveda la lectura será bastante más fácil que para quienes se inician en los conceptos de cinco fases, deficiencia o exceso, etc. Así y todo es de lectura amena y accesible al gran público.
Lectura recomendada:
“Sanando con alimentos integrales”, Paul Pitchford, Gaia Ediciones.